Se trata de una acción de una empresa especializada en la propiedad, la promoción o la gestión de bienes inmuebles. Al invertir en ellos, los inversores aportan el capital utilizado para desarrollar o gestionar edificios, lo que sostiene la economía a través de tiendas, oficinas y almacenes, además de proporcionar a la gente casas en las que vivir. Las acciones inmobiliarias y los ETF permiten a los inversores invertir en una cartera inmobiliaria diversificada, aunque solo realicen pequeñas inversiones.