Verificación de datos: ¿Los robots nos reemplazarán?

Verificación de datos: ¿Los robots nos reemplazarán?

El auge de la inteligencia artificial (IA), la automatización y la robótica ha despertado tanto expectativas como aprensión respecto al futuro del trabajo. Ante el avance vertiginoso de la tecnología, es válido preguntarse: "¿Los robots me quitarán el trabajo?" En los próximos cinco años, uno de cada 16 trabajadores podría tener que cambiar de profesión debido a la robótica y la IA (McKinsey)¹. Muchos de ellos están altamente calificados.

Por muy alarmantes que sean estas predicciones, es fundamental señalar que los robots simplemente los desplazarán, pero no los sustituirán por completo. Es poco realista que los robots se apoderen por completo de los puestos de trabajo. Si miramos al pasado, veremos por qué.

Creación de nuevos empleos

La historia demuestra que los avances tecnológicos suelen crear más puestos de trabajo de los que eliminan. Aunque los robots y la automatización pueden desplazar funciones específicas, también abren vías para la aparición de nuevas ocupaciones. Adaptarse a estos cambios y aprovechar las oportunidades que presentan es fundamental.

La creación de nuevos empleos suele estar correlacionada con un aumento de la productividad. Las empresas que adoptan nuevas tecnologías trabajan de forma más eficiente, aumentando el rendimiento de los trabajadores. Este aumento de la productividad puede impulsar la expansión de la empresa, lo que se traduce en más oportunidades de empleo. Además, el aumento de la eficiencia puede reducir los precios, estimulando el gasto de los consumidores y una mayor creación de empleo en diversos sectores.

La integración de la robótica en la fabricación ha generado puestos en la fabricación de robots, el desarrollo de software y la integración de sistemas. Del mismo modo, campos como la inteligencia artificial, la ciencia de datos y la ciberseguridad han experimentado un crecimiento significativo. Sin embargo, esta abundancia de mano de obra contribuye a otro desafío al que pronto se enfrentarán los humanos.

Escasez mundial de mano de obra

Hay que hablar más de la inminente escasez de mano de obra mundial, ya que el descenso de las tasas de natalidad y el envejecimiento de la población en países como China, Corea del Sur y Japón la agravan. Incluso Estados Unidos la está experimentando, ya que las tasas de fertilidad cayeron un 3 % el año pasado (CDC). La tasa de fertilidad ha estado muy por debajo del nivel de reemplazo durante décadas. Entre las naciones desarrolladas, la división entre los adultos en edad de trabajar y los jubilados será de casi de 50/50. Es decir, demasiada gente depende de la clase trabajadora con nuestros actuales niveles de eficiencia. Con estos cambios demográficos, es imperativo encontrar soluciones innovadoras para mantener la productividad económica.

Porcentaje de la población en edad laboral frente a en edad de jubilación

Fuente: Naciones Unidas. A partir de julio de 2022. Ratio anual de dep. de la vejez [65+/20-64] (%). *Suponiendo una fecundidad y una mortalidad constantes. No pretenden ser una previsión o predicción de resultados futuros.

En este contexto, los robots y las tecnologías de automatización pueden ser aliados valiosos en lugar de adversarios. Al aumentar la mano de obra humana con asistencia robótica, las industrias pueden mitigar la escasez de mano de obra y mejorar la eficiencia. Por ejemplo, en Japón, donde el envejecimiento de la población supone un desafío importante, se implementan robots en entornos de salud para aliviar la presión sobre el sistema de salud.

Naturaleza complementaria de humanos y robots

Con su capacidad para realizar tareas precisas y repetitivas, los robots aún dependen de la visión humana para actividades que requieren flexibilidad, pensamiento inventivo y toma de decisiones matizadas. Esta dependencia mutua refuerza el argumento a favor de la colaboración, no de la competencia, a medida que avanzamos hacia el futuro del trabajo.

Los robots colaboradores, o "cobots", se están entrelazando en esta dinámica, revolucionando el panorama de la fabricación con soluciones de automatización seguras y rentables. Estos innovadores cobots operan en tándem con los trabajadores humanos, ampliando el alcance de la automatización mediante interfaces fáciles de usar que impulsan la productividad y la seguridad en el lugar de trabajo.

Este auge de la automatización barre las tareas monótonas de la carga de trabajo humana, otorgando a los trabajadores la libertad de aportar habilidades cognitivas superiores que exigen inteligencia emocional, pensamiento crítico y capacidades interpersonales rasgos genuinamente humanos y fuera del alcance de la sustitución mecánica.

Invertir en el futuro

El auge de la robótica y la automatización no es un presagio de desempleo, sino una oportunidad para la sostenibilidad económica. Lejos de convertir en obsoleta la mano de obra humana, estos avances tecnológicos garantizan la continuidad del trabajo ante la escasez mundial de mano de obra y la jubilación de las generaciones mayores. Al emparejar la eficiencia robótica con la creatividad humana y la resolución de problemas, podemos forjar un futuro colaborativo que eleve la productividad y fomente la creación de empleo en los sectores de la IA, la ciencia de datos y la robótica.

Los inversionistas pueden participar en el crecimiento de las industrias preparadas para dar forma al futuro del trabajo a través de instrumentos como el ETF VanEck Robotics, capturando el crecimiento de las industrias con visión de futuro sin dejar de ser conscientes de las tendencias más amplias que dan forma a nuestra economía en evolución. No hay que temer al futuro⁠, hay que forjarlo con optimismo, donde los humanos utilicen las máquinas para progresar hacia un mañana próspero.

¹ ¿Cuál es el futuro del trabajo?