Invertir en ETF y acciones de semiconductores

06 noviembre 2023

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Explore las oportunidades de inversión con el ETF de semiconductores de VanEck (SMH). Comprenda la evolución del sector, la dinámica del mercado y el futuro en nuestra completa guía de inversión en semiconductores.

La industria de los semiconductores, piedra angular de la tecnología digital moderna, depende en gran medida de la fabricación de equipos semiconductores. Estas empresas aportan la maquinaria que permite la creación de dispositivos integrados, que a menudo se hallan en instalaciones de fabricación. La variada gama de equipos incluye fabricación y procesamiento de obleas, equipos de máscaras o retículas, equipos de procesamiento térmico, medición de inspección y equipos de ensamblaje y embalaje.

En esencia, los semiconductores son materiales, a menudo hechos de silicio, que tienen la capacidad única de conducir la electricidad en determinadas condiciones, lo que los hace indispensables en la creación de circuitos electrónicos. Su importancia en la tecnología moderna es incalculable. Desde los teléfonos inteligentes que llevamos en el bolsillo hasta los avanzados sistemas informáticos de nuestros autos, pasando por los enormes servidores que alimentan Internet, los semiconductores son realmente omnipresentes. Es difícil imaginar un mundo sin ellos, ya que están tan entrelazados con nuestra vida cotidiana y con los aparatos y herramientas de los que dependemos.

Esta prevalencia en la tecnología cotidiana ha tenido un efecto cascada en el mercado de acciones. A medida que ha aumentado la demanda de tecnología avanzada, también lo ha hecho el crecimiento de la industria de semiconductores. Como reflejo de este auge, ha aumentado la atención prestada a los fondos de inversión cotizados (ETF) de semiconductores, que ofrecen a los inversionistas la oportunidad de aprovechar el potencial de este dinámico sector. A lo largo de los años, estos ETF han experimentado una revalorización significativa, lo que subraya el papel fundamental que desempeñan los semiconductores no solo en nuestros dispositivos, sino en la economía mundial.

Desde una perspectiva económica, la industria de los semiconductores es una potencia. Ha desempeñado un papel decisivo en la creación de empleo, dando trabajo a millones de personas en todo el mundo. Además, el sector ocupa sistemáticamente un lugar destacado en las inversiones en investigación y desarrollo (I+D), lo que refleja su compromiso con la innovación. Este fervor por la I+D no sólo amplía los límites de lo posible desde el punto de vista tecnológico, sino que también consolida la posición de la industria en el comercio mundial, lo que la convierte en un actor fundamental de la dinámica económica mundial.

Se espera que la continua adopción de tecnologías digitales en diversos sectores, como la salud, la industria automotriz, la electrónica de consumo y la automatización industrial, impulse la demanda de semiconductores en el futuro. Estos componentes son la base de los sistemas digitales, ya que facilitan el procesamiento de datos, el almacenamiento y la comunicación entre dispositivos. La aparición de tecnologías como el internet de las cosas (IoT), la red 5G y la computación frontera (edge computing), que requieren chips de alto rendimiento y eficiencia energética, también abre nuevas vías de crecimiento para el sector de los semiconductores. A medida que estas tecnologías se generalizan, aumenta la dependencia de los semiconductores, lo que consolida las perspectivas positivas del sector.

Mientras seguimos en la cresta de la ola del avance tecnológico, los semiconductores y la inteligencia artificial se sitúan a la vanguardia de esta evolución. Juntos, impulsan el crecimiento del otro, lo que nos lleva a una era de revolución tecnológica sin precedentes. A medida que estos dos ámbitos estrechan su relación, anuncian un nuevo auge de la innovación. El futuro de la IA está anclado en la creación de nuevos chips semiconductores optimizados para esta tecnología, una dinámica que creemos que está preparada para impulsar un crecimiento significativo en los próximos cinco años.

A medida que ha ido creciendo el protagonismo de los semiconductores en la economía mundial, también lo ha hecho la atención de los inversionistas. Una de las vías de inversión más interesantes que ha suscitado un gran interés es el ETF de semiconductores. Pero antes de entrar en detalles, veamos qué es un ETF y por qué se ha convertido en un vehículo de inversión tan codiciado.

Un fondo de inversión cotizado (ETF) es un tipo de valor que sigue un índice, un sector, una materia prima u otros activos, y que puede comprarse o venderse en una bolsa de valores, como las acciones normales. Su atractivo radica en su sencillez y versatilidad, que lo convierten en la opción preferida de muchos inversionistas.

Los ETF de semiconductores invierten principalmente en acciones de empresas del sector de los semiconductores. Estos ETF ofrecen una instantánea de la salud y el rendimiento del sector y proporcionan varias ventajas potenciales a los inversionistas:

Diversificación: Una de las principales ventajas de los ETF de semiconductores es la diversificación inherente que ofrecen. En lugar de invertir en una sola empresa, los inversionistas distribuyen su riesgo entre múltiples actores del sector de los semiconductores. Este enfoque diversificado puede ayudar a mitigar posibles pérdidas y garantizar una cartera más equilibrada.

Accesibilidad: Para los inversionistas minoristas, sumergirse en el sector de los semiconductores puede parecer desalentador. Los ETF de semiconductores simplifican esta entrada, ofreciendo una vía accesible para aprovechar el potencial de la industria sin necesidad de un conocimiento intrincado de cada empresa del sector.

Liquidez: Una característica destacada de los ETF es su liquidez. Al igual que las acciones, los ETF de semiconductores pueden negociarse durante toda la sesión bursátil a precios de mercado. Esta elevada liquidez garantiza que los inversores puedan entrar o salir de sus posiciones con facilidad, lo que flexibiliza las estrategias de inversión.

A medida que el sector de los semiconductores continúa su trayectoria ascendente, los ETF de semiconductores presentan una oportunidad atractiva. Encierran el dinamismo del sector, al mismo tiempo que ofrecen los beneficios de la diversificación, la accesibilidad y la liquidez. Para quienes deseen aprovechar el crecimiento del mundo de los semiconductores, estos ETF pueden ser el vehículo perfecto.

En los últimos años, la industria de semiconductores ha experimentado un notable alejamiento de sus pautas cíclicas tradicionales, para adoptar un comportamiento más secular que desafía los altibajos muy ligados a los ciclos económicos. Esta transformación puede atribuirse a una serie de factores, como la presencia cada vez mayor de la tecnología en nuestra vida cotidiana y la creciente demanda de semiconductores en diversos sectores.

Dicho esto, como cualquier inversión, los semiconductores conllevan riesgos. Por ejemplo, en 2020, la pandemia de COVID-19 causó una gran conmoción en la industria de los semiconductores. Los fabricantes de automóviles redujeron los costos de producción y compraban menos chips a medida que el virus se propagaba. Al mismo tiempo, se produjo un aumento repentino de la demanda de semiconductores en áreas como la atención médica a distancia, el aprendizaje virtual y el trabajo desde casa. Como la fabricación de semiconductores es un proceso complejo, la industria no pudo adaptarse rápidamente a estos cambios. Esto provocó un desfase entre la oferta y la demanda de semiconductores que aún no se ha equilibrado del todo.

Otro punto crítico es que muchas industrias dependen del mismo tipo de semiconductores. Esto agravó los problemas de oferta y demanda durante la pandemia. La escasez de semiconductores afectó sobre todo a la industria automotriz. Esto se debió a varias razones, como el aumento del uso de semiconductores en coches eléctricos, la negativa de las empresas de chips a invertir en la tecnología de coches antiguos y la alta demanda continuada del sector de servicios al consumidor. Esta combinación de factores hizo que la alteración en la industria de los semiconductores fuera aún más significativa.

¿Los ETF de semiconductores son una buena inversión?

En nuestra opinión, estos riesgos potenciales refuerzan las ventajas de invertir en semiconductores a través de un ETF. Al optar por ETF de semiconductores, los inversionistas pueden aprovechar los beneficios de la diversificación. En lugar de vincular sus inversiones a la suerte de una sola empresa, reparten sus participaciones entre varios actores del sector. Este enfoque diversificado no solo mitiga las posibles pérdidas derivadas de perturbaciones imprevistas en el sector, sino que también permite a los inversionistas aprovechar el crecimiento del sector en general. Así pues, para quienes buscan una exposición equilibrada al ámbito de los semiconductores, los ETF se perfilan como una opción prudente y estratégica.

Cómo invertir en semiconductores

Para acceder a la oportunidad de inversión en semiconductores, los inversionistas pueden comprar acciones individuales u optar por invertir en fondos de inversión colectiva y/o ETF dirigidos a empresas de semiconductores.

ETF de semiconductores de VanEck

En lugar de intentar elegir valores ganadores individuales en el sector de los semiconductores, en constante evolución, el ETF VanEck Semiconductor (SMH) ofrece exposición a las 25 empresas de semiconductores cotizadas en EE. UU. con mayor liquidez, lo que abarca toda la cadena de valor del sector, desde el diseño y la fabricación de chips hasta la maquinaria de fabricación.

SMH tiene un alcance mundial e invierte en empresas de gran liquidez consideradas líderes del sector de los semiconductores.

Factores que influyen en el sector de los semiconductores

Los semiconductores se han convertido en un elemento esencial para la prosperidad económica. Estados Unidos está tratando de volverse autosuficiente en el abastecimiento de semiconductores para reducir la dependencia de las cadenas de suministro extranjeras. Este impulso se produce después de que la pandemia de COVID-19 pusiera al descubierto las vulnerabilidades del suministro. De hecho, el proceso típico de producción de semiconductores puede llegar a involucrar fases en más de cinco países y tres o más envíos por el mundo. Existen cuellos de botella regionales en casi todos los pasos de la cadena de valor debido a la consolidación de la industria, la dinámica de los costos laborales y la complejidad técnica.

La ley CHIPS (siglas en inglés de crear incentivos útiles para producir semiconductores) en Estados Unidos y la propuesta de ley europea sobre chips son medidas históricas diseñadas para estimular la producción nacional de semiconductores y disminuir la dependencia de proveedores extranjeros.

La Ley CHIPS estadounidense prevé un programa de incentivos de 39 mil millones de dólares para atraer inversiones e impulsar la producción nacional, junto con una iniciativa de 11 mil millones de dólares para fomentar un ecosistema de investigación y desarrollo para la industria. Esto pretende mejorar la resiliencia de la cadena de suministro, aumentar la producción de semiconductores en Estados Unidos y promover chips seguros y de producción nacional. También fomenta la inversión del sector privado y hace hincapié en la viabilidad técnica, el desarrollo de la mano de obra y las repercusiones más amplias en la comunidad.

Por su parte, la propuesta de Ley Europea de Chips pretende que Europa sea más autosuficiente en lo que respecta a semiconductores, especialmente en la producción de chips y sistemas avanzados. Esto se logrará impulsando la capacidad de producción de la UE y fortaleciendo la soberanía tecnológica.

Se espera que ambas leyes estimulen el crecimiento de la industria de los semiconductores mediante incentivos financieros y ayudas a la investigación y el desarrollo, el fomento de la mano de obra y la ampliación de las infraestructuras. Su objetivo es mitigar el riesgo diversificando la cadena de suministro, fortaleciendo la producción nacional y mejorando la competitividad tecnológica.

El aprendizaje automático se nutre de grandes conjuntos de datos para sus procesos operativos y de entrenamiento. Para aprovecharlos con eficacia, estos datos requieren un procesamiento y almacenamiento rápidos y eficientes, una función que desempeñan a la perfección los semiconductores. Estos chips se encuentran en todas partes, desde el teléfono inteligente que llevamos en el bolsillo hasta los centros de datos en expansión, y son vitales para impulsar las aplicaciones de IA.

A medida que las aplicaciones se vuelvan más complejas, aumentará la demanda de semiconductores avanzados. Esta creciente necesidad representa una oportunidad de oro para las empresas de semiconductores. Por ejemplo, las unidades de procesamiento gráfico (GPU) son fundamentales para empresas como OpenAI y sus aplicaciones, como ChatGPT. Las GPU también se utilizan en muchas otras aplicaciones de IA, entre las que se incluyen:

  • Vehículos autónomos: las GPU se utilizan para procesar los datos de los sensores del auto, como las cámaras y el radar, para ayudar al auto a navegar con seguridad.
  • Reconocimiento facial: Las GPU se utilizan para identificar personas en imágenes y videos. Esta tecnología se utiliza en diversas aplicaciones, como la seguridad y el marketing.
  • Procesamiento del lenguaje natural: las GPU se utilizan para comprender el lenguaje humano. Esta tecnología se utiliza en diversas aplicaciones, como asistentes de voz, traducción automática y filtrado de spam.

La capacidad de las GPU para manejar con eficiencia tareas paralelas las hace perfectas para el procesamiento de gran volumen que requiere el aprendizaje automático. Estas GPU de alta velocidad gestionan los grandes volúmenes de datos necesarios para entrenar modelos de IA como GPT. Al hacerlo, permiten respuestas más rápidas y una mejor comprensión del lenguaje. En pocas palabras, la tecnología de semiconductores es vital para el buen funcionamiento de aplicaciones como ChatGPT.

La IA no solo se está beneficiando de la potencia de los semiconductores, sino que se ha convertido en una importante fuerza impulsora de la evolución de dicho sector. La IA está mejorando la eficiencia y la rentabilidad del sector al redefinir el diseño de los chips, identificar defectos, optimizar procesos y predecir fallas. Y aún hay más: la IA está catalizando la creación de un nuevo linaje de chips hechos a medida para los requisitos y necesidades específicos de la IA. No se trata de chips normales, sino de chips hechos a la medida de las necesidades específicas de la IA. Pensemos en Intel (NASDAQ: INTC) y su trabajo precursor en la creación de chips optimizados para IA que destacan por su velocidad, eficiencia y gestión energética.

Creemos que los semiconductores son la forma de abrir camino en el panorama de la IA y presentan una forma atractiva de capitalizar el creciente sector de la IA, especialmente cuando el acceso directo a las empresas privadas de IA es limitado para muchos inversores. El ETF VanEck Semiconductor (SMH) ofrece una forma de invertir en toda la cadena de valor de la industria de los semiconductores, desde el diseño y la fabricación de chips hasta la maquinaria utilizada en el proceso de fabricación. Dado que los semiconductores son los componentes esenciales que impulsan la innovación de la IA, creemos que están preparados para ganar valor en medio del potencial impacto deflacionista de la eficiencia de la IA; también ofrecen una oportunidad única para subirse a la ola del impacto transformador de la IA.

Conclusión

La industria de los semiconductores forma parte integral de la era digital, ya que suministra equipos esenciales para la creación de dispositivos integrados. Estos dispositivos se utilizan en teléfonos inteligentes, sistemas informáticos, servidores y otros aparatos digitales, lo que convierte a los semiconductores en un aspecto indispensable de la tecnología moderna. Su importancia también ha influido en el mercado de acciones.

Desde el punto de vista económico, el sector de los semiconductores es una potencia, que crea puestos de trabajo para millones de personas en todo el mundo e invierte fuertemente en investigación y desarrollo. Este compromiso con la innovación ha posicionado a la industria como un actor vital en la economía mundial. La creciente adopción de la tecnología digital en diversos sectores, como la atención de la salud y la automotriz, pronostica un aumento de la demanda de semiconductores. Tecnologías emergentes como el Internet de las Cosas (IoT) y la 5G también presentan nuevas oportunidades para el crecimiento de la industria. A medida que la tecnología avance, los semiconductores y la inteligencia artificial estarán a la vanguardia, impulsarán su mutuo desarrollo y marcarán el camino hacia una nueva era de innovación tecnológica.

La creciente demanda por tecnología avanzada ha provocado un aumento del crecimiento de la industria de los semiconductores. Esto ha dado lugar a los ETF de semiconductores, que ofrecen a los inversionistas la oportunidad de beneficiarse de la expansión de este sector. Le recomendamos que explore el VanEck Semiconductor ETF (SMH) para entender cómo este ETF puede ser una valiosa adición a su cartera.