La economía circular no sólo ayuda al planeta, sino que también puede reportar beneficios económicos tangibles a las empresas que apliquen producciones eficientes en el uso de los recursos. La Asociación Británica de Reciclaje de Metales estima que el uso de chatarra de acero en el proceso de producción reduce las emisiones de carbono en un 58% y ahorra un 72% de energía en comparación con la producción a partir de materias primas. Al mismo tiempo, el aluminio y el cobre reciclados requieren un 95% y un 85% menos de energía, respectivamente, en comparación con la producción de material primario.
La Economía Circular también ofrece oportunidades a las empresas dispuestas a ajustar su cadena de suministro o a contribuir con servicios y materias primas para la producción eficiente en el uso de los recursos. Estas actividades no se limitan al reciclaje en sí, sino que también pueden incluir el diseño sostenible, el abastecimiento, la optimización del uso, así como plataformas que permitan la reutilización y la redistribución de los bienes. Este nuevo modelo económico está respaldado por la ETF de Economía Circular.