Mientras que un ETF pasivo tiene como objetivo replicar los rendimientos del índice de referencia seleccionado, un ETF activo pretende diferenciarse y producir un mejor rendimiento utilizando las habilidades de selección del gestor de cartera.
¿Cómo funciona un ETF activo?
Los ETF activos aportan las mismas ventajas y características interesantes que los ETF pasivos: Por ejemplo, la negociación durante las horas de mercado, la transparencia y unos precios relativamente competitivos.
Sin embargo, en el caso de un ETF activo, el gestor del fondo dispone de un mayor grado de libertad en cuanto a la estrategia de inversión, sin verse limitado por las normas específicas del índice (que, en cierta medida, aún podrían estar presentes y seguirse). Concretamente, esto significa que, por ejemplo, se pueden modificar las ponderaciones de acciones individuales y las asignaciones por sector. Las creencias e ideas del gestor del fondo determinan en parte las opciones de inversión. El objetivo es generar más valor para los accionistas del fondo.
Un enfoque activo podría resultar beneficioso especialmente durante las caídas del mercado. En este caso, una mayor selectividad y atención a los aspectos específicos de las empresas podría dar sus frutos.
Desafíos de un ETF activo
Dado que intervienen mucho más trabajo y personas en la definición y aplicación de visiones de inversión específicas, los ETF activos suelen cobrar un precio más elevado que los pasivos. De hecho, tiene que haber un equipo que se comprometa activamente a aplicar la estrategia.
Además, en el pasado se ha dado el caso de que los ETF activos caros acababan por no ofrecer ningún rendimiento superior al del índice de referencia. La popular tarjeta de puntuación SPIVA, desarrollada por S&P, podría tomarse como métrica con respecto a este tema. Mide de hecho cada año el porcentaje de fondos activos divididos por regiones que acabaron por debajo o por encima de su índice de referencia.
De hecho, también es una cuestión de en qué filosofía de inversión general creen los inversores. Algunos, dados los niveles de eficiencia de los mercados financieros, creen en la imposibilidad de batir a los índices de referencia, mientras que otros en cambio sí lo hacen.
¿Para quién es más apropiado un ETF activo?
Los inversores que deseen combinar las propiedades de un ETF con las de una estrategia de inversión activa, podrían considerar un ETF activo. Al pagar un excedente de comisión, creen en la posibilidad de obtener rendimientos superiores al índice de referencia seleccionado, gracias a las opciones de inversión del gestor del fondo. En consecuencia, los inversores deben confiar profundamente en las capacidades y la experiencia del equipo.
Ejemplo: VanEck Smart Home Active UCITS ETF
Este ETF activo ofrece exposición al ecosistema de rápido crecimiento del hogar inteligente. Muchas empresas están a la vanguardia de este sector, invirtiendo fuertemente en aprendizaje a distancia, soluciones de trabajo desde casa, sanidad digital, servicios de reparto y muchos más. Los riesgos a tener en cuenta son, por ejemplo, el riesgo bursátil, los riesgos industriales y sectoriales, así como el derivado de una diversificación limitada.
Resumen: ETF activos frente a pasivos
Característica | ETF pasivos | ETF activos transparentes |
Busca superar el rendimiento de referencia | x | |
Sigue un índice o una referencia | x | |
Transacciones a lo largo del día | x | x |
Informes de posiciones al final del día | x | x |
Estructura fiscal eficiente | x | x |
Coste relativo | Bajo | Moderado |