DeFi puede definirse como el movimiento que promueve el uso de redes descentralizadas y software de código abierto para crear múltiples tipos de servicios y productos financieros. La idea es desarrollar y operar DApps financieras sobre un marco transparente y que no es de confianza, como blockchains sin permisos y otros protocolos peer-to-peer (P2P).
Actualmente, las tres funciones más importantes de DeFi son:
Dentro de esos tres campos, existen varios tipos de servicios DeFi. Otros ejemplos de productos y casos de uso son los protocolos de financiación, las herramientas de desarrollo de software, la construcción de índices, los protocolos de pago por suscripción y las aplicaciones de análisis de datos. Las dApps DeFi también pueden utilizarse para servicios KYC, AML y otros servicios de gestión de identidades.
Las finanzas descentralizadas aportan numerosas ventajas en comparación con los servicios financieros tradicionales. Mediante el uso de contratos inteligentes y sistemas distribuidos, el despliegue de una aplicación o producto financiero se vuelve mucho menos complejo y más seguro. Por ejemplo, muchas dApps se están desarrollando sobre la blockchain de Ethereum, que ofrece costes operativos reducidos y menores barreras de entrada.
En resumen, el movimiento DeFi está trasladando los productos financieros tradicionales al mundo del código abierto y descentralizado, lo que elimina la necesidad de intermediarios, reduce los costes generales y mejora enormemente la seguridad.
La mejor manera de exponerse a la tendencia y al crecimiento de la DeFi es invertir en los protocolos que la hacen posible. A un nivel básico, comienza con plataformas de contratos inteligentes como Ethereum; a un nivel superior, existen protocolos específicos de aplicación en los que se puede invertir. VanEck proporciona una forma directa, diversificada y fácil de invertir en una amplia selección de plataformas de contratos inteligentes que permiten DeFi.